Los celos en la pareja pueden representar tanto amor hacia un rival como odio, o cuanto más se odia más se ama.
Algunos humanoides celan excesivamente a sus parejas, de tal forma que los celos se convierten en un ciclo nocivo y tóxico en la relación. Este comportamiento repetitivo y mórbido conduce a un rasgo de personalidad que oculta las pulsiones más oscuras.
En la alcoba de los celos, aquel humanoide acusaba a Henrytustra de conspirar en una infidelidad con su esposa.
- ¿Por qué llegas en este preciso momento en el que mi esposa aún no ha llegado? ¿No te parece sospechoso? En todo caso, a mí me parece una extraña coincidencia. Tú apareces aquí con tu aire de intelectual, muy seguro de ti mismo, con una retórica que podría enamorar a cualquier mujer, incluso si está casada. Yo veo más allá de lo que el común de los mortales puede ver. En tus ojos percibo una mentira, veo que mi esposa y tú tienen química, solo me queda demostrar que ya han tenido relaciones. ¿Henrytustra, podrías confirmarlo?
Las interpretaciones celotípicas en la personalidad paranoica son repetitivas e intensas. Este tipo de personalidad se encuentra tanto en hombres como en mujeres. Se observa un aumento gradual de los celos, creando historias parcialmente basadas en la realidad que demuestran la infidelidad de la pareja. El ciclo de los celos no se detiene con los cambios de comportamiento de la pareja, al contrario, esos cambios se suman a las pruebas de infidelidad. En 1910, S. Freud estudió el caso del presidente Schreber, un juez de la corte que experimentaba celos patológicos hacia su psiquiatra. Freud indicaba que los celos son producto de un mecanismo de defensa llamado proyección. Según el autor, el celoso proyecta su amor en el rival. El celoso no puede expresar conscientemente su amor, por lo que lo hace a través de su esposa. Utilizando a su esposa, el celoso le dice al rival las palabras hermosas que su mecanismo de defensa le impide decir.
Henrytustra observaba cómo el inconsciente de este humanoide le enviaba mensajes cargados de agresividad, aunque con un trasfondo de admiración. Sin embargo, la experiencia le había enseñado que no se debe avivar el fuego en esas circunstancias. Henrytustra intentó disminuir la tensión de la siguiente manera:
Acostúmbrate siempre a ver la punta del iceberg y lo que lo sostiene. En el análisis de la personalidad, existe lo que el humanoide muestra y lo que cocina en su interior. La proyección es un mecanismo de defensa fundamental. Se observa en humanoides que no admiten sus deseos y errores, y los reflejan en los demás. Se reconoce cuando alguien dice: "Yo no fui, fue aquel" o "La culpa no es mía, sino de aquel". Observa lo que proyectas al acusar a tu pareja de una infidelidad imaginaria. Cuando hablamos de imaginaria, significa que sólo existe en tu mente. La historia que creas tiene la finalidad de verte a ti mismo/a en tu pareja teniendo relaciones con un(a) rival. Puedes intentar disminuir la proyección hablándote a ti mismo/a. Devuelve esas palabras hacia ti, descubre cuál es el mensaje que tienes para ti mismo/a. Recuerda que una historia de celos imaginarios es una historia de enamoramiento. Así hablaba Henry Mosquera.
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