La búsqueda de la atención en la personalidad histriónica o 'el que no muestra no vende'.
La personalidad histriónica se caracteriza por montar escenarios fantásticos y dramáticos que tienden a satisfacer sus necesidades de valorizarse ante los ojos de los demás. Van creando dramas en la escena pública que, entre más estruendosos sean, más valor tienen ante sus ojos.
Henrytustra observaba aquel espectáculo que se brindaba en su fortaleza. Un telón rojo se había abierto, muchos actores y actrices saltaban en la escena tratando de obtener el papel principal. Una de las actrices descendió del escenario, llevaba poca vestimenta, justo lo necesario para cubrir sus partes íntimas y labial, mucho labial. Se aproximó a Henrytustra con un paso intimidador y con un tono sensual pronuncio las siguientes palabras:
-Quisiera acercarme a ti, sin tener contacto físico, quisiera sólo que me expreses amor de forma concreta, que lo demuestres ante todos. Cuando no me miras, dejo de existir, en silencio sufro y es ahí cuando me toca poner mi cuerpo en funcionamiento. Mi poder es mi cuerpo y mostrando lo que tengo es que atrapo mis presas. Casi todos caen y creo que tú también caerás, Henrytustra.
La personalidad histriónica tiene tendencia a sobrevalorar su cuerpo y sus vestimentas. En general, son humanoides que trabajan en la forma como se van a presentar en la escena pública cada día. Para estos sujetos, cada salida de su casa es un desafío preparándose para que su cuerpo y su presentación sean valorados por los demás. Se observan en estos casos hombres que se adornan excesivamente con colores, aretes, cadenas de oro o mujeres excesivamente maquilladas y que exageran el realce de sus curvas. En el caso de la personalidad histriónica, el objetivo de esta presentación es seducir y atrapar a su objeto de deseo. Así, el cuerpo se convierte en un objeto de poder y los espacios son un escenario diario.
Henrytustra se sentía halagado de observar tan bella humanoide acercarse con tanta emotividad. Una masa de emociones expresadas espontáneamente, esas son las maravillas del humanoide, pensó. Sin embargo, el exceso puede hacer caer esta personalidad en patrones de comportamiento poco adecuados. Henrytustra se pronunció así:
-El cuerpo ocupa un lugar en cada espacio y va acompañado en nuestras sociedades de un código que llamamos vestimenta. Cada humanoide encuentra un código que acompaña su cuerpo y así va dándole una impronta a su paso por cada camino. No necesitas exagerar tu código para que el otro ame y aprecie tu cuerpo. No busques que los demás te amen solo por tu cuerpo, puedes llevarte la sorpresa de ser utilizado como un objeto de placer solamente. Armoniza tu cuerpo con tu código vestimentario, ve encontrando tu identidad, tu impronta debe ser original y te debe identificar. Solo eso te hará brillar en la escena para aquel que tenga ojos para apreciarte. Así hablaba Henry Mosquera.
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