La inteligencia lingüística o háblame que tu voz me encanta.
En aquellos inicios de la psicología como una ciencia, una de las principales preocupaciones del estado francés era poder medir la capacidad intelectual de los alumnos, estamos hablando de comienzos del siglo XX. Cuando llamaron a Binet y a Simon para efectuar un test de inteligencia, estos se basaron en las inteligencias lingüística, matemática y motriz. Desde entonces, se consideró mayoritariamente que la inteligencia solo se medía a través de estos ítems.
Retomando el camino de nuevo hacia su fortaleza, Henrytustra consideró pertinente instruir a su joven aprendiz sobre la utilización de las inteligencias. El joven aprendiz, por su parte, pensaba aún en las fórmulas mágicas y espontáneas de cómo triunfar en la vida.
"Maestro, no sé cómo una cátedra sobre las inteligencias me pueda ayudar a progresar en mi camino. En mi situación de joven, recuerde cuando usted tenía mi edad, yo quiero el triunfo aquí y ahora. Deme por favor la llave inmediata", exclamó el joven aprendiz.
"Tu impaciencia es tu peor enemigo, mi joven aprendiz", respondió Henrytustra. "Debes aprender a cadenciar tu lenguaje, debes estructurar tu expresión verbal. Tu lenguaje es tu carta de presentación. Las inteligencias deben entrenarse y desarrollarse; los genios tienen un pequeño porcentaje de genialidad y un gran porcentaje de trabajo y perseverancia. La inteligencia lingüística la desarrollas desde el nacimiento, es tu capacidad de acumular y organizar las palabras; es la posibilidad que tienes de comprender los matices del lenguaje como las metáforas o las metonimias; es la forma de acentuar el lenguaje en estilos variados como la poesía o la narrativa. La inteligencia lingüística contiene la tradición oral y escrita. Debes identificar tu fortaleza. Solo un humanoide que reconoce sus fortalezas puede llegar al triunfo en el camino de la vida. Las ocupaciones que requieren de la inteligencia oral son múltiples, ahí vemos a los vendedores, los abogados, los oradores incluidos los curas y nuevos pastores, los locutores y los cantantes, los políticos y los estafadores; en fin, todos aquellos humanoides que tienen la facilidad de la palabra. Una clase aparte son aquellos humanoides que manejan diferentes idiomas. La inteligencia lingüística escrita es elevada en los escritores, poetas, narradores, historiadores, tenistas. Busca tu fortaleza y si encuentras un potencial de inteligencia lingüística, recuerda que esa inteligencia se desarrolla con esfuerzo y perseverancia", así hablaba Henry Mosquera.
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