La aritmomanía en la personalidad obsesiva-compulsiva o dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis…
¿Qué más puede caminar, correr, saltar, volar, girar en la mente del humanoide? Tantas ideas que pasan, cada una con una característica importante que la hace especial y que la exagera, la disminuye, la racionaliza, la justifica o la interpreta. Una idea toma fuerza cuando se cree en ella. Cree en tus ideas, pensaba Henrytustra, pero no la conviertas en un ciclo envenenado, las ideas van surgiendo y así mismo deben circular.
Henrytustra ingresó a una alcoba donde se encontraban figuras geométricas medidas meticulosamente. Se escuchaba el péndulo de un reloj, resonando como un eco, cada uno de los segundos que transcurrían inevitablemente en el horizonte de la jornada. Entonces escuchó una tímida voz:
-No camines por encima de las rayas blancas, puedes caminar por las rayas negras; sí el de al lado pensaba en el orden de las palabras, yo pienso sin cesar en los números y las formas geométricas. Desde que me levanto voy creando líneas en mi mente que van distribuidas por los espacios donde me encuentro. Soy un experto en lanzar líneas de un lado al otro. Lo particular es que esas líneas no deben tocarme. Imaginariamente, las evito para que no me toquen. Si me tocan debo comenzar de nuevo a delinear los espacios para asegurarme que no me toquen en la siguiente ocasión. Mido espacios en la mente con una infinidad de números que van fluyendo y cayendo a mi cerebro. Cuando voy caminando por la calle, debo evitar algunas líneas y voy creando patrones repetitivos de diferentes tipos de líneas que debo evitar. Es ahí que salto, cambio de lado, camino de lado.
El pensamiento de la personalidad obsesiva-compulsiva regularmente está rumiando patrones diminutos y alineados que reflejan la meticulosidad de esta personalidad. En ciertas formas de la personalidad obsesiva-compulsiva, observamos la emergencia de cálculos matemáticos, una obsesión también denominada aritmomanía en el mundo de la psicopatología. Es simple, el sujeto tiende a repetir cálculos matemáticos en su mente, sí éste no encuentra el resultado, lo borra y comienza de nuevo. Estos cálculos pueden también reflejarse en medidas aleatorias de terrenos, de líneas de la ruta, de cuerdas colgantes, etc. En la mayoría de casos, estos pensamientos son objeto de comportamiento de verificación.
Este pensamiento es muy particular. He conocido muchas personas, matemáticos, físicos, profesores que se entregan a esta ciencia exacta que es la matemática. Sin embargo, no todos presentan una personalidad obsesiva-compulsiva, aunque muchos de ellos tienden a ser tímidos y a evitar los contactos interpersonales, pensó Henrytustra. Es mucho más simple para alguien que tiene esta tendencia aritmética desarrollar su campo ocupacional en esos dominios, ahondaba su reflexion. Esta personalidad parecía atrapada en este patrón matemático que lo atormentaba noche y día. Henrytustra pronunció las siguientes palabras:
-La vida está llena de líneas de todos los tamaños y de todas las formas, las hay cortas y largas, gruesas y delgadas, curvas y rectas. Es imprescindible que puedas concientizar que la vida no te está solo ofreciendo líneas rectas. El camino de la vida es flexible. Si lo delimitas con la línea recta, tu rigidez no te dejará observar el nivel superior; te quedaras toda la vida, esclavo de un único pensamiento. Genera la oportunidad de enredar y de desenredar. Eso te llevará a explorar caminos desconocidos". Así hablaba Henry Mosquera
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