Las ideas obsesivas verbales en la personalidad obsesivo-compulsiva, o parece piñata, lleno de detallitos.
Que fuerza la que tiene el lenguaje en el humanoide, algunos son conscientes de ello, otros sólo lo utilizan como medio de comunicación. El lenguaje es arte cuando se combinan y articulan esos vocablos que expresan comportamientos, un pensamientos, emociónes, espacios, etc. La comprensión del humanoide se lleva a cabo en gran parte por su forma de expresión. Desde que el humanoide abre la boca ya se sabe el formato en el que éste viene y cuáles son las defensas que lo adornan.
Henrytustra observaba que en la siguiente alcoba de la morada de la personalidad obsesivo-compulsiva se encontraban juegos de palabras, crucigramas, trabalenguas y scrabbles. El humanoide es una especie que se identifica fácilmente a partir de patrones. Esta personalidad tiene tendencia a protegerse con la resonancia de las palabras, pensó.
-Lo que vez aquí es cultura, inteligencia, educación, avanzó la personalidad obsesivo-compulsiva.
-Veo principalmente una tendencia a defenderte de las relaciones y del mundo externo a través de puntuaciones de orden académico, eso te defiende enfriando emociones, respondió Henrytustra.
-No me juzgues Henrytustra. No sabes lo que es vivir con esta dificultad. Yo no logro hacer la conexión con las demás personas, tengo que hacer muchos esfuerzos para entrar en contacto con los demás, lo que para otros es tan sencillo. Y es que en mi cabeza hay mil palabras que se cruzan. ¿A quién le va a interesar una persona así, tan llena de detallitos? En mi cabeza se rumian palabras que van paseándose dando círculos, como si fuera algo que tiene que repetirse. Organizo en mi mente las palabras, las vocales van con las vocales; las consonantes con las consonantes; después tengo que encontrar la resonancia entre palabras, versos, prosas, líricas. No improviso, no soy poeta ni artista, no. Mi particularidad es que el lenguaje que utilizo para comunicarme es un lenguaje aprendido, lleno de frases o proverbios que voy a repetir en todas las conversaciones. Quiero parecer interesante con lo que digo, pero termino aburriendo a los otros humanoides. Además y como si fuera poco, me entra por hablar con una vocal que llevo en la cabeza, voy a empezar o a terminar siempre frases con esa letra. Henrytustra espero no aburrirte con mis detallitos, puntualizó la personalidad obsesivo-compulsiva.
La comunicación es eje esencial en las relaciones humanas. Hay lenguajes cálidos y lenguajes fríos, lenguajes espontáneos y otros cuadriculados. La personalidad obsesivo-compulsiva amasa un discurso en su mente antes de lanzarse en una conversación. Su lenguaje tiende por lo tanto a faltar de improvisación y de espontaneidad. Las relaciones interpersonales no son el fuerte de la personalidad obsesivo-compulsiva; no son los jóvenes populares de la universidad o los más conocidos de la barriada. Tienden a ser introvertidos y a comunicar poco. En general, la personalidad obsesivo-compulsiva tiene miedo que lo que va a expresar no emerja en el orden que desea. Algunos van a crear patrones lingüísticos que utilizan como una formula general en todos los contextos. Así dirán refranes que los sacan de apuros, aunque el contexto no sea el más apropiado. Ésta personalidad tiende a calmar su ansiedad por medio de la lectura, van generando defensas intelectuales con el fin de encontrar un nicho frío que los distancie de los demás. En algunos casos, esta personalidad expresa conjuros verbales, pronunciar palabras con el fin de calmarse o de evitar caer en situaciones caóticas.
Todos los juegos de palabras que aparecían en esa alcoba eran pasatiempos valiosos ante los ojos de Henrytustra. El humanoide calma sus más profundos miedos de vacío con pasatiempos interesantes, se dijo el maestro. Desafortunadamente, en el caso de la personalidad obsesivo-compulsiva éste patrón lo amarra a un circuito que le genera un malestar. No es feliz al no poder pasar al siguiente nivel. Henrytustra le habló así:
-Vas guardando en tu mente palabras y vas aumentando cada vez más tu debito lingüístico y ahí tienes un potencial. Sin embargo, tu defensa es rígida; te defiendes de entrar en relación abierta y espontánea con los demás, tienes miedo de ser lastimado. Y aquí te va mi análisis: Si privilegias el dominio cognitivo, tu dominio emocional se encuentra descuidado. Privilegiando tu esfera intelectual tu intención inconsciente es congelar tus emociones. Hay una conexión interesante entre el maravilloso mundo cognitivo y el impresionante mundo de las emociones, pero antes de hacer esa conexión, comienza por elaborar mejor tus emociones, acepta el miedo, enfrenta tus miedos en el aquí y el ahora. Conéctate con tus miedos, por ejemplo, el miedo del caos, entre otros. El caos es lo que va llegando y que sin manual de instrucciones debes organizar. Es también una forma de estructurar tu identidad. Así hablaba Henry Mosquera.
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