La arrogancia en la personalidad narcisista

 La arrogancia en la personalidad Narcisista o, ¿es la prepotencia lo contrario de la impotencia? 



Que frío que se había sentido en la alcoba donde faltaba la empatía. De nuevo en el salón de las réplicas y de las imágenes falsas, la temperatura ambiente le permitió a Henrytustra retomar su homeostasis. En uno de los muros del gran salón se veían colgados unos diplomas. Henrytustra se acercó y observó que se trataba de diplomas de psicología. Los diplomas mostraban grados de pregrado, especialización,  maestría  y un doctorado. Henrytustra se concentró en los sellos de los diplomas y se percató que estos eran falsos. Esta personalidad decía tener estudios que nunca había realmente efectuado. Es probable que la personalidad que se encuentra en esta alcoba sea difícil de comprender y de soportar, se dijo  a sí mismo. Henrytustra ingresó a la alcoba con el profundo sentimiento que este tipo de personalidad hacía parte de los humanoides y también había que comprenderla por más difícil que fuera. Desde su primer paso en la alcoba, la personalidad tomó la vocería: 


-Espero que hayas visto los diplomas que tengo colgados en la entrada. Te veo con tu aire de ser superior Henrytustra,  pero yo me veo superior a ti. Tu imagen me insta a compararme contigo Henrytustra y al fin de cuentas veo que conozco más cosas que las que conoces tú.  Tengo más estudios que tú. Tú, Henrytustra no logras ver lo que yo puedo ver. Mi principal característica es pasar por encima de los demás.  Si veo un pordiosero, le tiro una limosna para que el vea en mi una persona poderosa; con mi pareja soy cruel, me muestro prepotente para que sepa quien manda. Tengo una mirada de desprecio hacia los más desfavorecidos, los que no están a la moda o los que no piensan como yo en la política o la religión.  Cuando veo alguien que representa superioridad para mi, puedo ser violento de palabras o de acto contra ellos. Los policías son ratas,  los profesores no saben nada al lado mío, los ricos no tienen gusto; el que quiera estar por encima de mí es una porquería.  El otro día me metieron a la cárcel,  por un delito que no cometí, les hice la vida imposible, porque esos guardianes de la cárcel no están a mi altura. Me llaman arrogante,  pero creo que es porque me tienen envidia. 


La arrogancia en la personalidad Narcisista puede ser uno de los trazos más evidentes de identificar en esta personalidad.  La arrogancia consiste en la manifestación de comportamientos de prepotencia del sujeto hacia las personas que lo rodean. La personalidad arrogante tiende a tener un aire altivo; tiende a buscar un área de la vida desde donde podrá observar a la muchedumbre. Recordemos que esa fuerza que dice tener en el área es frágil, es falsa, no tiene los cimientos que el narcisista cree tener. Estas personas son crueles con los demás.  Tienden a humillar a sus parejas creyendo tener siempre razón. En el trabajo esta personalidad tiende a rebajar a sus colegas, buscará estrategias como la discriminación, el racismo, el sexismo, las diferencias políticas, con el fin de buscar un poder sobre el otro. Estos sujetos entran rápidamente en competencia con los demás, cada persona que cruzan es objeto de rivalidad.  Las figuras de autoridad o que implican una amenaza son un ataque para ellos. Se van a sentir inmediatamente humillados por los logros de los demás.  Por ende responderán con agresividad ante esas figuras, se pueden tornar vulgares o agresivos físicamente ante estas figuras. Otros tomarán una actitud de sordera cuando piensan que su amigo o colega los pueden superar. En el sistema de justicia estos sujetos buscan las fallas del sistema, ellos piensan que son mejores que los guardianes, jueces, abogados, psicólogos, etc. Aceptan difícilmente sus crímenes porque nadie tiene la capacidad suficiente para juzgarlos. En la vida cotidiana, utilizan frases como: tú no comprendes, es que tú no sabes, como yo sé de este tema déjame explicarte, no estás a la altura para comprender, etc. Son frases defensivas que tienden a rebajar a su interlocutor por miedo a ser rebajados ellos mismos. 


Henrytustra sentía que esta personalidad lo llamaba a competir con una actitud desafiante. Se preguntó en la interacción, qué era lo que se estaba moviendo en este sujeto con sus solicitudes. A esta personalidad la habían humillado, la habían pisoteado, la habían traicionado en su infancia. Se observaba muy oculto un gran sentimiento de vergüenza consigo mismo que esta personalidad evitaba a todo precio volver a vivir. Henrytustra creyó conveniente no competir con él. Hacerlo era enredarse en el malestar del Narcisista.  Decidió no confrontarlo directamente con su sentimiento de vergüenza porque esto reforzaría sus defensas y el diálogo sería todavía más difícil.  Su intervención se concentró en un polo opuesto posiblemente bien recibido y entonces se pronunció así 


-El contrario de la arrogancia es la humildad. El humanoide es un ser social. Si sientes que pierdes las personas que están a tu alrededor por que tus palabras o tus gestos los humillan, debes revisar tu comportamiento. Coloca en una escala la humildad y la arrogancia. Si identificas que eres arrogante, busca compensar con la humildad. Brinda una sonrisa al otro en lugar de mirarlo por encima del hombro; mira a los ojos a tu pareja cuando te habla y conéctate con lo que dice; no compitas con tu colega de trabajo, piensa que cada uno tiene un potencial diferente. Sólo si vences la arrogancia podrás pasar al nivel superior.  De lo contrario tu nivel superior es falso y solo existe para ti. Así hablaba Henry Mosquera.  


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