La falta de empatía en la personalidad narcisista o no me importas ni tú, ni tú, ni tú, ni tú.
El salón parecía grande y bien adornado visto de lejos. Un juego de vajilla china se observaba. Henrytustra se acercó a este lugar lleno de colorido, parecía algo ancestral. En efecto cuando observó la vajilla de cerca estaba contramarcada con el logo “made in China”. Era de China, pero no era legendaria, también era falsa. La puerta de ese sector era blanca, se generaba ahí un frio macabro. Henrytustra accedió a esta alcoba helada, cuando del fondo de la alcoba se escuchó una voz que decía:
-Es extraño recibir visitas aquí, como podrás observar, no es nada cálido, insinuó esta personalidad. Soy como un tempano de hielo, no tengo reacciones emocionales abiertas y espontáneas. Cuando veo una injusticia hacia mí la comprendo, pero cuando veo que los demás viven una injusticia, no comprendo en que los puede afectar. Si le hago mal a alguien ese no es mi problema, es el suyo. He tenido parejas sexuales y no me ha importado en lo mas mínimo ser infiel. No logro ver porque sufre una persona, cuando yo lo estoy disfrutando tanto. Lastimo a mi familia con mis gestos individualistas, en algunos casos los pisoteo, los humillo, pero no me importa, ni siquiera me doy cuenta. El sufrimiento es de los débiles. Yo, soy fuerte. Te cuento Henrytustra, hace algunos años asesine a una mujer. Lo hice porque quiso dejarme y a mí nadie me deja, Yo dejo. Nadie tiene derecho de abandonarme. Le di su merecido, le pegué algunas puñaladas. Pero no siento nada, puedo matar y no logro conectarme con el dolor del otro.
En general, el trastorno Narcisista se encuentra centrado sobre sí mismo, lo que no le da acceso a las emociones de las demás personas. Estos sujetos van a tratar de despertar piedad en los demás; emocionalmente buscan ser acogidos por el otro. Sin embargo, el intercambio emocional no es recíproco. Es un sujeto que busca ser amado sin devolver nada a cambio. Piensan sólo en su bienestar emocional y se aseguran de pasar primero que los demás. Estos sujetos buscan estar rodeados con el fin de sentirse acogidos, pero su participación emocional es artificial. El sujeto narcisista no logra conectarse emocionalmente con cada uno de los miembros del grupo. Cuando llega a su umbral relacional que es muy débil, se retira, porque no logra tejer la relación en la esfera emocional. Como son fríos emocionalmente tienden a causar daños a los demás. Cuando logran mínimamente conectarse emocionalmente, están a la defensiva, anticipando un abandono. Pueden reaccionar violentamente en pareja en caso de ruptura. Es ahí que caen bajo, bajo. Abandonan sus parejas, hacen trampa en el trabajo, sacan provecho de sus familias para tener la mejor parte de la tajada, llegan a la explotación de sus seres queridos, sin tener en cuenta que estos se sienten manipulados. Para ellos es sencillamente como conducir un bus lleno de gente.
Henrytustra sentía el frío de esa habitación, esta personalidad hablaba sin medir el tamaño de sus consecuencias. Veía en la historia de esta personalidad heridas abiertas de un humanoide que no había sido acogido con seguridad en su infancia. Sin embargo, sus frustraciones no le daban el derecho a hacer mal a su prójimo. Con voz encantadora pero asertiva, Henrytustra se dirigió a esta personalidad así:
-Si has matado y no sientes nada estás muerto en vida. No logras conectar tu mundo cognitivo con tu mundo afectivo. Tienes grandes heridas que provocan una hemorragia emocional interna que no sana. Ya eres un adulto y debes comprender que los demás no deben asumir lo que llevas contigo. Sana tus heridas, lee tu mundo emocional, así sea limitado, encontrarás también bellas emociones que podrás compartir. Así hablaba Henry Mosquera.
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