Juntos pero no revueltos

 Juntos pero no revueltos



Henrytustra salió de la casa de la personalidad Límite mellado por el desgaste emocional que implicaba conocer y profundizar relaciones con este tipo de personalidad. En cada paso ayudaba a los otros, se había concientizado de que los que necesitan ayuda tienen problemas y cuando hablan es porque ya no se soportan o sencillamente los otros no los soportan. Meditabundo, regresó a la fortaleza en donde se encontraban las otras personalidades. De lejos, la personalidad Límite le hizo un ademán significando que no divulgara lo que había compartido en la casa cascarón.  El gesto estaba de más,  Henrytustra construía su camino con las experiencias que los otros le compartían,  pero él las guardaba como su más íntimo secreto. En la gran sala, las personalidades se encontraban en algarabía,  hablaban,   gritaban, reían. Vivían el momento presente sin importarles exponer sus rasgos de personalidad y sus mecanismos de defensa. Todas las personalidades sentían ganas de expresarse, hablando al mismo tiempo en una cacofonía desagradable al oído,  pero divertida a la vista. Se movían de un lado al otro buscando compañía,  buscando ser valoradas y apreciadas,  paradójicamente, escuchaban poco. ¿Quién dijo que los mecanismos de defensa se hicieron para escuchar? Le dijo su voz interna. Los mecanismos de defensa en las personalidades están ahí justamente con un escudo con el fin que el humanoide no se escuche a sí mismo y no escuche lo que el otro tenga para decir. Mira bien Henrytustra,  donde hay trastornos de personalidad, hay mecanismos de defensa con escudos más grandes que los soldados griegos enfrentándose al enemigo en la guerra de Troya. Henrytustra observó en medio de la humareda, de la cantidad de personalidades y de trazos de personalidad, y efectivamente, camuflados entre la masa se veían estos personajes ultra defensivos portando un casco y un escudo. Son esos los famosos mecanismos, se dijo. 


Henrytustra se sentó a descansar un poco, se encontraba exhausto después de haberse concentrado en la dinámica emocional de la personalidad Límite. Se percató que esta personalidad consumía la energía de los que lo rodeaban.


Una personalidad se adelantó y le dijo: ¿Tenemos arreglo? En mi caso pienso que desencajo en mis relaciones  conmigo mismo y en la parte social. 


Henrytustra que no tenía muchas ganas de hablar ripostó : tu funcionamiento psicológico no es una cuestión de arreglo.  Es una cuestión de sintonía. Tu no te quiebras como el vaso. Eres lo que contiene el vaso, eso no se quiebra, eso se asocia, se coordina, se conjuga y se articula. Toma tus piezas y analiza en todas las  circunstancias de tu vida, cuáles  son los detonantes que hicieron que perdieras la sintonía,  la harmonía. Así hablaba Henry Mosquera.  


0 Commentaires