El suicidio en la personalidad Limite o, me voy sin decir adiós.

El suicidio en la personalidad Limite o, me voy sin decir adiós.  





Aunque el camino esté lleno de colores, para algunos todo se ve en blanco y negro. O es todo blanco o es todo negro. El pensamiento arcaico de algunos humanoides se define aún por los polos opuestos.  Algunos humanoides tienen tendencia a posicionarse de un solo lado, eso les da un sentimiento de seguridad. El humanoide tiene tendencia a buscar el opuesto de la vida en la muerte. Que gran error, el opuesto de la vida es la no vida y el opuesto de la muerte es el nacimiento. La vida es el camino que recorres con las experiencias que tú mismo preparas. Disfruta el camino!


Henrytustra se dirigió a la puerta cerca a la salida de la casa; aún no había visitado la alcoba de la vida y la muerte. La atmósfera estaba en penumbras en esta alcoba. Un silencio fúnebre habitaba aquel recinto, no se veía a nadie, sólo una pequeña cama, una silla de mimbre, un frasco de píldoras y una carta colocada delicadamente sobre un noche.  Henrytustra leyó la carta : 


-Hoy fue un día oscuro para mí.  Sé que unos me van a tildar de cobarde y otros de enfermo. No soy ni lo uno ni lo otro. Soy un humanoide como tú que en un momento de su vida decidió no seguir viviendo. Maldita vida, voy a castigar a todos esos que pudieron hacer algo por mí, pero que no lo hicieron. ¿Huyo? Es probable que le huyo a mis problemas,  pero soy muy valiente al tomar esta decisión tan importante de quitarme mi propia vida. La vida no tiene el mismo valor y el mismo sentido para todos. Si lees esta carta es porque llegaste tarde Henrytustra.


El acto suicida en la personalidad Límite es un gesto desgarrador. En algunos casos la tentativa de suicidio cumple su propósito.  La personalidad Límite acarrea consigo en muchos casos una depresividad que se traduce en un desencanto por la vida, un desgano a largo plazo, una tendencia a la tristeza, la cual conduce en ocasiones al deseo de morir. Tenemos dos formas de gestos suicidas: los impulsivos y los premeditados. En el suicidio impulsivo, el sujeto toma la decisión de morir intempestivamente. Piensen en aquella persona que en el momento de una discusión de divorcio toma su auto y se lanza por un acantilado; aquella persona que perdió su empleo y se cuelga en un bosque; aquel que después de una discusión acalorada con su mamá se pega un tiro en la cabeza. En otros casos, el suicidio es parte de una maduración de la idea de morir, es premeditado. Este empieza con las ideas suicidas. Es el mejor momento para intervenir porque probablemente en sujeto no está muy avanzado en su elaboración de morir. Más adelante, el sujeto puede manifestar intenciones de morir con convicción.  El siguiente paso es la planeación.  Aquí el sujeto organiza sus horarios, el lugar de su muerte y el medio (soga, arma de fuego, etc.). Finalmente la última etapa es el gesto suicida. 


Henrytustra leyó la carta en silencio, se sentó en la silla contemplando la cama. Se sentía impotente ante la pérdida de vidas que habían tomado el camino paralelo. Pensaba que hubiera podido ayudar si hubiera llegado antes. Una voz interna le hablo así:


-Toda llama tiene un comienzo y un fin. Si ves que una llama se apaga es porque sus condiciones no le permitían seguir encendida. Viento, lluvia, tierra cualquier elemento puede apagar la llama o avivarla. Cuando una persona decide quitarse la vida está buscando su descanso. RIP. Así hablaba Henry Mosquera 


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