La percepción negativa de sí mismo en la personalidad límite o ¿por qué nadie me quiere?

 

La percepción negativa de sí mismo en la personalidad límite o ¿por qué nadie me quiere? 

 


-Llévame contigo, dijo la automutilación. 

 

-Claro que te llevo conmigo, cada gota de sangre que derramaste quedó grabada en mi memoria…

 

Henrytustra dejó esa habitación, su traje emocional estaba salpicado de sangre simbólica. Que difícil será quitarse esas manchas, en todo caso no es con límpido que se quitan, pensó. Cerró la puerta y vio muchas puertas más, todas cerradas en la casa vacía.  Su tarea era explorar completamente el recinto. Una voz interior le preguntaba sí era realmente necesario. Si, ese era su camino. Abrió lentamente otra puerta, siempre lentamente, el estado límite es muy sensible. Un susurro se adelantó:

 

-Cierra esa puerta, necesitamos estar solos, necesito toda tu atención, toda, sin que nadie pueda interferir. ¿Por qué no habías venido antes, crees que no valgo la pena? Pensé que habrías podido visitarme de primera. Escuché cuando llegaste, pero fuiste a otra alcoba. ¿Acaso no tengo valor ante tus ojos? ¿Acaso lo que yo soy y digo no es interesante? Esto va más lejos aún.  Siempre tengo la impresión que los otros son más importantes que yo.  No me veo como una personalidad bella por dentro, me encuentro horrible. ¿Y sabes qué hago? Me vendo, doy sexo, me drogo, busco quien me quiera, busco amor y compañía con esos gestos desagradables. Siento vergüenza, no soy nada, no tengo aspiraciones, para qué, si nadie me quiere.  

 

La personalidad Límite presenta problemas de estima de sí misma. Estas personas piensan que no están a la altura. Sienten frustraciones por la forma en que sienten ser tratados por los demás. Son supremamente sensibles a la crítica, ya que esta les recuerda sus carencias en su identidad. Estas personas sienten rabia y desconsuelo en las relaciones con los demás.  Pueden sentir envidia en sus interacciones, puesto que siempre piensan que el otro tiene algo mejor que ellas. Los celos son celos de acaparamiento, ya que siempre piensan que van a perder lo que tienen, debido a su elevado sentimiento de inseguridad. La anticipación generalmente es negativa, piensan que algo malo les va a suceder y si sucede algo positivo tienden a autosabotearse para regresar a su estado de percepción negativa de sí mismo. 

 

 

Confrontado a esta realidad Henrytustra observaba las dificultades que presentaba esta personalidad consigo misma y con los otros. Henrytustra en este diálogo descendía a la estructura más básica de la identidad del humanoide, la del Yo. Mirándola a los ojos se pronunció así:

 

-La percepción siempre tiene dos costados, el negativo y el positivo. La lectura que haces de ti mismo depende del entramado de tus primeras relaciones en tu infancia. Regresa a percibir tu bebé interno, cárgalo, acarícialo, míralo positivamente.  Si esa percepción no te la transmitieron en tu tierna infancia, es hora de que tú cambies tu percepción.  Empieza con pequeñas victorias.  Así hablaba Henry Mosquera.  

0 Commentaires