La automutilación en la personalidad límite o cuando el vacío se llena de sangre

 

La automutilación en la personalidad límite o cuando el vacío se llena de sangre 




 

Esa fortaleza parecía maravillosa por fuera, inclusive por dentro se veía un gran potencial. Henrytustra no comprendía por qué la gran sala de esta casa estaba tan vacía. En uno de los cuartos se escuchaban gemidos de dolor y voces de sufrimiento. Ten cuidado con lo que se encuentra detrás de cada puerta que abres, se insinuó a sí mismo. Sin embargo, sin titubear se dirigió hacia esa puerta. Una de las misiones de Henrytustra en la tierra era descubrir, comprender y ayudar al humanoide. Ahí se escuchaba sufrimiento y tomó la decisión de ayudar. Los sonidos se exacerbaban y la situación se volvía tensa. Hay percepciones que sabes que te perseguirán por toda la vida como una foto grabada en tu memoria. Henrytustra se decidió y abrió la puerta.  En un baño de sangre aquel humanoide con una cuchilla cortaba desesperadamente y sin compasión su antebrazo.

 

- ¿Qué estás haciendo?  Preguntó Henrytustra. 

 

El humanoide parecía transportado a otra dimensión. Henrytustra insistió con el fin de ganar tiempo, una técnica de negociación:

-¿Me podrías dedicar algún tiempo de diálogo? insistió.

El humanoide decidió parar su autoagresión, ripostando:

 

-Tú no sabes lo que es el sufrimiento. Nunca has vivido el vacío, la indiferencia, el abandono. Siento rabia de ver personas como tú y de no poder ser así.  Necesito descargar mi ira contra algo o contra alguien, pero no le quiero hacer daño a nadie. Siento ira de no poder conectarme conmigo mismo ni con los demás. En esos momentos me siento vacío. No quiero morir, pero cuando me corto me siento vivo, dejo salir mi ira, veo la sangre y eso me aterriza a este mundo de sufrimiento. Nunca lo comprenderás. 

 

Uno de los trazos de la personalidad Límite es la automutilación. Estos son gestos generalmente repetitivos de autoagresión dirigidos a una o diversas partes del cuerpo.  Estos sujetos utilizan diferentes medios para lastimarse su propio cuerpo. Los más comunes son la utilización de cuchillas o cuchillos con el fin de infligir heridas en los brazos, piernas, pecho, etc.; algunos sujetos se lastiman golpeándose la cabeza contra los muros o el suelo (headbanging), son conductas usuales en las prisiones u hospitales, cuando el paciente no tiene acceso a otros medios; menos comunes son las lesiones autodirigidas por quemaduras de cigarrillo, de exposición a fuego directo, golpes con objetos contundentes, frotes con objetos o el uso de electricidad. Es importante aclarar que el objetivo de estos sujetos no es morir, sino sentir el sufrimiento físico. Para estas personas el sufrimiento físico es una forma de soliviar el sufrimiento mental. Desafortunadamente, aunque estas personas no desean morir, algunas fallecen a causa de sus gestos autodirigidos extremos. 

 

Henrytustra se sentó horas con el humanoide, escuchando su lírica, se conectó con su sufrimiento que ahora era compartido. Sin entrar en pánico le sugirió:

 

-Deja la cuchilla de lado. Estás haciéndole mal a una parte de tu cuerpo que no es la fuente de tu sufrimiento. Antes de hacerte mal, escucha tus sensaciones, vista, oído, tacto, gusto, olfato. Sí no te sientes conectado contigo mismo, desciende a lo más básico, tu cuerpo lleno de sensaciones. Concéntrate en lo que te brinda la tierra, conéctate primero con el mundo de las sensaciones básicas. Goza tus sensaciones, el sufrimiento será una opción.  Así hablaba Henry Mosquera. 


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