El sentimiento de vacío en la personalidad Límite. ¿Hay alguien en casa?
Henrytustra entró en una
casa vacía, sin muebles ni decoraciones, una especia de cascarón. Seguro había
miles de accesorios escondidos en las habitaciones más recónditas, pero lo que
se veía daba una impresión que nadie quería habitar esta casa. Había ingresado
al meollo de la personalidad límite. -Háblame de ti, le dijo regulando su
emoción al ver la casa vacía. El estado límite le respondió:
- ¿Qué quieres que te
diga?, no tengo nunca nada interesante dentro de mí, me siento vacío. No
tengo un norte y no tengo un sur, me falta algo al interior que no logro
encontrar, lo busco dentro de mí y no lo veo. Me torno hacia los otros para
encontrar algo que no tengo dentro de mí. Mi vacío es como si no fuera yo
mismo. A veces dudo que sea yo mismo.
El sentimiento de vacío
es una de las características de la personalidad Límite o Borderline. Estas
personas parecen carecen de un motor interno propio, están generalmente
desmotivadas de sus objetivos, no logran encontrar su anclaje en algo que ellos
puedan realmente desarrollar. En este tipo de personalidad, el vacío es estructural,
nada tiene sentido, es el silencio, la oscuridad, la falta de puntos de referencia
psíquicos. El vacío es la sensación de caer a lo más profundo sin tener
una mano que sostenga. El sentimiento de vacío puede generar comportamientos
impulsivos de urgencia negativa. El sujeto tratará de llenar el vacío con las
drogas, el sexo y/o las conductas autoagresivas entre otras.
Henrytustra caminaba al
interior de la casa, los pasos se escuchaban como un eco de ultratumba, estaba
siendo observado por muchos ojos de hipervigilancia. Cuidado con lo que dices,
se dijo a sí mismo, la personalidad límite es sensible. Sin embargo, empáticamente
le habló al vacío así: toc, toc, ¿hay alguien en casa? Sólo dime quién eres,
sabes que tienes una identidad, pero tienes miedo de presentarla. No llenes tu
vacío con objetos externo cuando el vacío está al interior, sólo vas a
incrementar el desorden. Contempla paulatinamente lo que define tu identidad; contempla
tus cualidades; comienza diciendo Yo. Así hablaba Henry Mosquera.
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