Olvida la suerte concéntrate en tus deseos
Los caminos son variados y múltiples para aquellos que exploran la madre tierra. Algunos humanoides van abriendo fronteras y van ampliando el conocimiento del mundo, mientras que otros se quedan limitados a la parcela de lo que sus ojos les permiten ver. No hay prejuicio ahí, pero entonces cada humanoide debería hablar solamente de lo que conoce.
Henrytustra dejó la casa de la personalidad antisocial, tomó su maleta llena de pensamientos y emprendió un nuevo camino. Era hora de volver a su fortaleza donde se encontraban alojadas mil y una personalidades. De regreso, Henrytustra se encontró con un joven que parecía perdido en el camino.
-Tengo miedo, no sé por dónde avanzar. Me siento incapaz de tomar una decisión sobre el mejor camino. Qué suerte encontrarme con usted -señaló el joven humanoide.
-La suerte no existe, mi querido aprendiz. Vas labrando un camino con un proyecto de vida que sólo se va concretando con los pasos que decides dar -repuntó Henrytustra.
-Qué suerte, he encontrado un sabio. Siempre pedí poder hablar con el famoso Henrytustra. Dicen que usted ha tenido la suerte de conocer el mundo; que ha tenido la suerte de leer libros y de revivir de entre los muertos -exclamó el joven.
-No tienes suerte, no le pidas a la madre tierra deseos que no te puede brindar. La suerte es una herramienta del pensamiento mágico que no te deja progresar. Si estás perdido es porque no has encontrado tu potencial. Un camino próspero se construye con tu propio potencial. Identifica lo que más deseas, decide hasta dónde quieres llegar con tus deseos. Ejecuta un gesto, uno solo, que el día de hoy aterrice tu proyecto. ¿Quieres ser deportista? Comienza hoy a mover tus músculos. ¿Quieres ser un PhD? Comienza hoy por inscribirte en la universidad. ¿Quieres ganar mucho dinero? Comienza hoy tu trabajo. Pero no creas que la suerte va a cumplir esos deseos. Necesitas multiplicar tus esfuerzos, estudiar muy fuerte con sacrificios. Necesitas trabajar más horas de las que estás acostumbrado. Tu medalla, tu PhD, tu millón de dólares no llegará a tocar la puerta de tu casa si no le demuestras a la madre naturaleza que eres sólido. Llegarás tan lejos como sea posible luchar por tus deseos. Si tú te frenas psicológicamente, tus deseos y objetivos se frenan. Olvida la suerte. Así hablaba Henry Mosquera.
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