La personalidad antisocial tiene tendencia a mentir o, "más rápido cae un mentiroso que un cojo"
La mentira es una palabra llena de misterios. El primer misterio se encuentra en el significado de la misma palabra. ¿Aquel que miente está verdaderamente diciendo la mentira? Algunos mienten por conveniencia, otros por valorización, pero también están aquellos que mienten por convicción.
Henrytustra avanzaba en el recorrido de esta cárcel. ¡Oh! También hay humanoides de sexo femenino en esta casa de la personalidad antisocial, se dijo a sí mismo. Lo que quiere decir que esta percepción del camino de la vida de aquellos que no respetan las normas sociales aparece indiscriminadamente en ambos géneros. Henrytustra ingresó tranquilamente al pabellón de las humanoides femeninas. De inmediato, una joven se acercó.
-Dame un cigarrillo y te doy información. ¿Quién eres, un periodista, un abogado, un escritor? Por un cigarrillo, te hablo de las miserias humanas.
Henrytustra, quien no fumaba, compró un cigarrillo en la cafetería del pabellón y se lo ofreció a la humanoide; el intercambio parecía interesante.
-Sólo cuéntame un trozo de tu vida -insistió Henrytustra.
-Eso es muy sencillo, te voy a contar la verdad, la purita verdad. ¿Sabes por qué estoy aquí? Conocí un hombre con el que tuvimos un romance; de esa unión nació un niño, mi hermoso hijo, ahora vive con la abuela. Cuando el niño tenía un año, me separé de ese hombre, quien era muy violento y muy controlador, como todos los hombres. Al mismo tiempo, conocí otro tipo con el que rápidamente me casé. Al tipo como que no le funcionaba eso de tener hijos propios, así que se comenzó a encariñar de mi niño. Yo, al ver que se llevaban bien, comencé a esconderle el niño al padre biológico, con mentiras los alejé a los dos. Al padre biológico, yo le decía que el niño no estaba en casa cuando venía a visitarlo, y al niño, yo le decía que su padre no quería verlo más. Malditas mentiras, una vez que encuentras la puerta de entrada, no encuentras la de salida. Me fui a un pueblo, le mentí al registrador de ese pueblo, le dije con triquiñuelas y sensualidad que el niño era de mi esposo y que necesitaba hacerle el registro civil. El registrador me pidió unos testigos, a los cuales también convencí con un cuento chino. Me fui volviendo una profesional de la mentira. Le sacamos un nuevo registro civil al niño, un nuevo nombre con un nuevo apellido. Me inventé una nueva familia. Pero como nada está oculto debajo del cielo, el papá biológico se enteró de la historia años después y me denunció. Por mis mentiras estoy pagando esta sentencia.
La personalidad antisocial tiene tendencia a exagerar la realidad o a crear historias con el fin de obtener un beneficio personal. Estas personalidades generalmente comienzan a mentir desde temprana edad. Desde pequeños aprenden a utilizar a los demás con la mentira, los padres son su primer laboratorio. Así, lo que inicialmente parecían mentiras inocentes, se va convirtiendo en una forma de concebir el mundo y sus relaciones. La personalidad antisocial se va cristalizando en un mundo de mentiras donde toman placer convenciendo a los demás con un discurso falso. Algunas personalidades antisociales utilizan la mentira con la finalidad de hacer un fraude, de iniciar un hurto, de asesinar, de llevar a cabo una agresión sexual.
¿Cómo creerle a un humanoide que está pagando una condena por un delito donde la mentira es protagonista? Se preguntó Henrytustra. Algunos humanoides tienen problemas para mirar sus realidades de frente. Ante la mirada extraviada de la interlocutora, Henrytustra se pronunció así:
-Has roto un eslabón importante de la evolución de tu hijo. Rompiste la continuidad de su identidad. Aquel que se encontraba creciendo con un vínculo fuerte y estable se vio afectado por tu mentira. Le inventaste a tu niño una nueva identidad que por su naturaleza ficticia siempre estará vacía. Busca la honestidad y la transparencia, con ellas puedes hablar sin temor a equivocarte en tu camino; con ellas creas confianza en los demás. Si buscas defender tus fragilidades con la mentira tu caída siempre será mortal. Así hablaba Henry Mosquera.
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