La personalidad antisocial es maestra en el arte del engaño, o venga que no es para eso
Unos humanoides van tomando la vía antisocial desde pequeños y así van creciendo repitiendo gestos inadecuados que se van convirtiendo en una forma de afrontar las relaciones interpersonales. Engañan a los otros para obtener su propia satisfacción, van mintiendo con historias rocambolescas, van manipulando al otro como si se tratara de un objeto. Se van forjando unos trazos antisociales que el mismo humanoide ve como algo normal. En la mayoría de casos, estos humanoides llegan a pensar que su forma de actuar es la correcta.
Henrytustra prosiguió su camino en esta casa llena de rejas. Buscaba la comprensión de las razones que conducían a algunos antisociales a preferir este tipo de atmósfera. Vivir en una casa llena de rejas es el equivalente a llevar siempre rejas internas.
En aquel recinto donde no había paz ni intimidad, Henrytustra se cruzó con una personalidad antisocial que le invitó a tomar un café en su celda.
-No tengas miedo Henrytustra -comentó con un cierto aire de convencimiento-. No te preocupes que yo voy a cuidar de ti aquí en esta cárcel. Si tú andas conmigo, nada te va a pasar, vas a estar protegido. Mira a tu alrededor, lo que te estoy ofreciendo es bienestar y protección, la tranquilidad no tiene precio, mi querido Henrytustra. Cuántas personas he visto que mueren porque no tienen protección. El que paga por la tranquilidad tiene vida casi eterna. No tienes que hacer nada, Henrytustra, te voy a brindar mi protección porque me caes bien, pareces buena onda. Yo te prometo que conmigo te va a ir muy bien. No creo que hayas conocido a nadie como yo; yo te puedo dar riquezas, hacer ganar mucho dinero con poca inversión. Mira, te propongo algo: toma este paquete y llévalo al otro patio; engaña a los guardias, va a ser muy fácil. Allá en el patio te dan un dinerillo y me lo traes y eso es todo. Qué cosa tan fácil, plata fácil, mi Henrytustra.
Uno de los trazos de personalidad antisocial es el engaño. Estos humanoides establecen relaciones interpersonales generalmente teniendo un interés en mente. En la mayoría de casos, es un interés pecuniario. En su primer acercamiento, la personalidad antisocial tiende a mostrar una falsa imagen de sí mismo, donde aparece como un humanoide poderoso, adinerado o con influencias. La personalidad antisocial atrae a los demás colocando sus servicios a los pies de los demás. Se reconocen estas personalidades por un sin número de promesas que hacen soñar a los más inocentes. Promesas de obtener dinero si se les da un monto de dinero, de llevar paquetes que contienen droga, de firmar documentos a cambio de cierta ganancia. Todas estas promesas se quedan en el aire y cuando un inocente cae, generalmente termina perdiendo sus inversiones a manos de personas con personalidades antisociales.
Henrytustra dudó por algunos segundos cuando escuchaba esas bellas promesas de obtener beneficios si llevaba un paquete. Sin embargo, se frenó en su mente y se preguntó si esto era tan fácil, ¿por qué la personalidad antisocial no lo hacía ella misma? Por otro lado, aunque no conocía el contenido del paquete que se le pedía llevar, si fuera algo legal, no le pediría hacerlo a escondidas. Recuperado del discurso de engaño de la personalidad antisocial, Henrytustra se pronunció así:
-Tú has aprendido a manipular a los demás a través del engaño. Tu mentalidad es superficial y sólo piensas en el beneficio propio. Eso te impide ver en profundidad el impacto que tienen tus gestos en los demás. Cada vez que engañas a otro, te engañas a ti mismo. Vives en ese círculo desde pequeño. Te sentiste engañado por tus relaciones primarias y ahora engañas a los demás antes de ser engañado de nuevo. Crea relaciones verdaderas, transparentes y equitativas. Olvídate de sacar provecho de los demás, tus relaciones serán más profundas. Así hablaba Henry Mosquera.
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