La personalidad antisocial busca romper las reglas o, las reglas se hicieron para romperlas
Existen momentos en la vida de todo humanoide donde se deben tomar decisiones fundamentales, una de esas consiste en decidir cómo ganarse la vida. Existen las formas legales y existen las formas ilegales. Aquellos que toman las formas ilegales deciden hacer una carrera en su vida, la carrera criminal.
Henrytustra se encontraba en aquel pabellón repleto de humanoides, en su mayoría cubiertos de cicatrices y en general mostrando una actitud amenazadora. Se notaba en la puerta de este pabellón un letrero: Patio 1. En este patio se encontraban unos humanoides que habían quebrado la ley cometiendo ilícitos de cuello blanco. Hombres poco violentos que se habían dedicado al fraude, la corrupción. Uno de ellos se acercó a Henrytustra hablándole así:
- Todos los humanoides somos corruptos. Todos tenemos un precio. Si entiendes esa filosofía de vida, podrás llegar más rápido a tus metas Henrytustra. Deja de divagar comprendiendo humanoides, eso no tiene sentido; empieza a manipular a las personas y a las leyes, eso sí es lucrativo. Me encuentro aquí porque soy un juez de la república, ayudo a crear las leyes y a impartir la justicia, pero ley y justicia son dos términos muy inestables y relativos, como diría Einstein. La ley tiene sus límites y sus lagunas, y la justicia es la percepción personal que cada uno tiene de la justicia. Por lo tanto, me atreví a torcer la ley porque los jueces estamos por encima de la ley. Juego con la ley porque los que la respetan son los más pendejos. Cuando un gobierno es corrupto, todos tenemos el derecho de serlo porque no existe autoridad moral.
Uno de los trazos característicos de la personalidad antisocial es el irrespeto de las normas sociales. Generalmente, se solidifica al comienzo de la edad adulta. El rompimiento de las normas hace parte de la mentalidad del antisocial, no es una cuestión de medios económicos o de contexto social o cultural, es una forma de percibir su funcionamiento en la sociedad. El ladrón podría trabajar, pero opta por obtener sus bienes ilegalmente; el traficante podría trabajar, pero prefiere ganar el dinero de forma rápida con el menor esfuerzo posible; el corrupto trabaja, pero siempre piensa que puede sacar más provecho de su trabajo con favores especiales. Estas personas conocen las normas y en su camino de vida van forjando las maneras de torcer la ley. Para estas personas, es excitante ir contra las normas sociales. Ellos pueden encontrar que su vida es más emocionante que la de aquellos que trabajan honestamente para obtener su sustento. La personalidad antisocial busca justificaciones para quebrantar la ley, piensan que la ley no se adapta al contexto; dicen que no ganan lo suficiente o que la sociedad es injusta con ellos. Estas personalidades generalmente van en contra del sistema, lo critican y lo minimizan con el fin de justificar sus actos. Algunas culturas aceptan y alimentan ciertos comportamientos criminales. Piensen en la cultura del Vaticano escondiendo los curas pedófilos, algunas culturas africanas mutilan los órganos sexuales de las niñas, la complacencia de la corrupción en algunos países de América Latina, la legalización de armas en Estados Unidos.
Henrytustra trataba de descifrar el mensaje del antisocial que optaba por esta carrera en su vida. En cada palabra del antisocial se muestra un estilo de vida que refleja una mentalidad marginal. Henrytustra habló así:
- Una de las verdades fundamentales de la vida de cada humanoide consiste en mirarse en el espejo real o simbólico cada día y sin velos poder decirse a sí mismo y a sus seres cercanos que lo que hace está bien hecho. ¿Qué opinas tú sobre ello? - preguntó Henrytustra, esperando escuchar las reflexiones del humanoide de carrera criminal. Una gran parte de los humanoides tienen una consciencia de lo bueno y malo, excepto algunas condiciones particulares y excepcionales de ciertos humanoides. A ellos también se les escucha diciendo que ellos no son los malos que los malos son los demás. Trata de mirarte al espejo cada día pensando que hiciste un bien a la humanidad el día de hoy. La actitud de la bondad se ve reflejada en el rostro de cada quien, la de la maldad también. Respeta tus normas y las normas de los demás. Cada gesto criminal daña de una manera u otra a otro humanoide. Asi hablaba Henry Mosquera.
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