Dos personalidades excéntricas y bien estrambóticas. El encuentro entre la esquizotípica y la esquizoide
Los humanoides tratan de construir una identidad a lo largo de la vida. Algunos toman consciencia de la identidad que desean construir y otros se van dejando llevar por las imprecisiones del momento. Henrytustra regresó a su fortaleza extenuado, como era costumbre cada vez que ayudaba a una personalidad a desbloquear sus contenidos represados. Las personalidades conversaban entre ellas, muchas preocupadas por el impacto de su presencia en los otros. Ante la masa de personalidades, Henrytrustra se pronunció así:
- Cada intercambio con otra personalidad tiene un efecto directo en la identidad que puede ser positivo o negativo. Ese impacto depende de la capacidad de asimilación que cada humanoide haya desarrollado. Algunas personalidades tienden a ser aisladas, evitando de forma arcaica el impacto de los otros sobre su angustiante devenir. Cada humanoide que ocupa un espacio y vive un tiempo, por más silencioso que sea, tiene el mismo derecho que cualquier otro, por más bulloso que sea.
Dos personalidades se encontraban en la fortaleza, parecían disfrutar poco de la belleza de ese día lluvioso. Particulares y con características especiales, parecían evitar cualquier contacto con otros humanoides. ¿Qué hacen ahí, entonces? Hacen parte de la amplia gama de personalidades y como tal van labrando un camino. Sigilosamente, Henrytustra se acercó a estos humanoides.
- Se tejen relaciones una vez que se ha tejido la posibilidad de lectura del otro en uno mismo - señaló Henrytustra.
- Soy ente de luz, pero no brillo, tal vez porque no verbalizo mi luz. Encantado, me llamo la personalidad esquizotípica.
- Yo no tengo luz, solo quisiera no ser molestado por los demás humanoides, no me logro conectar. Soy la personalidad esquizoide.
- ¿Saben que todo lo que tenga el prefijo esquizo significa un corte radical entre realidad interna y realidad externa? - señaló Henrytustra.
- Existe una línea que los divide; en otros casos, no hay línea, solo están mezcladas. ¿La realidad interna y la externa, acaso no son una cualidad más de la interpretación? - repuntó la personalidad esquizotípica.
- Ven con nosotros, te invitamos a una desestructuración de tu identidad. Tú has hablado del impacto de los otros en nuestra personalidad. Quisiéramos mostrarte el impacto de nuestra angustia en tu personalidad - repuntó la personalidad esquizoide.
Henrytustra no había tenido el suficiente tiempo para recuperarse de su terapia con la personalidad antisocial. En muchos momentos, cuando piensas que vas a descansar, tu descanso se pospone a tal punto que la labor se convierte en el descanso, pensó Henrytustra.
- Hay caminos que van hacia adelante, otros van hacia atrás, otros se van por las aristas, otros por las tangentes. Un camino hacia atrás es lo que llamo una regresión. Estoy dispuesto a acompañarlos en esta regresión a caminos angustiantes donde la lectura de la realidad es borrosa. Solo quiero avanzar que después de la regresión siempre debe haber progresión, el trabajo debe ser congruente con el paso del tiempo. Así hablaba Henry Mosquera.
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