Abre la válvula de tus emociones

Comprendiendo el universo psicológico de la personalidad obsesiva-compulsiva o abran la válvula que puede explotar

Las despedidas son dolorosas, cuando uno se va, se deja una parte de uno, pero se gana un recuerdo. 

La personalidad obsesiva-compulsiva se destaca por su cortesía y pulcritud; no es una personalidad que corre riesgo de atrapar infecciones a excepción del acumulador; todo es brillante en esta casa, literalmente hablando. 

La personalidad obsesiva-compulsiva sentada en el salón tomando el té, viendo que Henrytustra se apresuraba a partir, le preguntó si tenía alguna idea de las causas de sus características de personalidad, a lo cual Henrytustra respondió : “existen fases de retención y de expulsión en el desarrollo de todos los humanoides. La retención se refiere a los momentos en los que la identidad del humanoide necesita atesorar y guardar al interior para sentirse protegido y valorado. En estos casos, el humanoide desea guardar personas amadas en su corazón; también se trata de atesorar objetos como tener carros, guardar muñecos, acumular dinero, etc. En la otra fase de desarrollo, el humanoide necesita expulsar, pues es imposible conservar todo al interior. Uno de los mejores ejemplos de expulsión, es el sentimiento de agresividad que se convierte en violencia cuando algunos humanoides se sientes frustrados. Aunque también son muestras de expulsión el altruismo, compartir alimentos con el prójimo,  ofrecer parte de lo que se tiene al ser amado. Tú,  mi querida personalidad obsesiva-compulsiva estas atrapada en la retención.  Tu válvula psicológica entre retención y expulsión está bloqueada.  Retienes ideas que patinan y se convierten en obsesiones; retienes comportamientos que giran y se convierten en rituales; retienes objetos en tus espacios que se convierten en colecciones. Retienes, rumias, masticas, amasas y cuando llega la hora de expulsar, te angustias con lo que puedes perder. Cuando se pierde se gana. Cuando se da se recibe; cuando se expulsa el cuerpo descansa. Deja fluir tu ansiedad hacia el exterior; déjala ir, veras que se siente respirar libertad, porque con la retención estás atrapada en tu propia cárcel. Así hablaba Henry Mosquera.