El tejido de la personalidad

Los trazos de la personalidad se van formando y fortaleciendo para bien o para mal. 


Al regreso a la fortaleza donde estaban reunidas todas las personalidades con sus respectivos trazos de personalidad, Henrytustra observó que la convivencia momentánea era casi imposible. Se hablaban todos entre sí, unos hablaban por encima de los otros,  las conversaciones se limitaban a espectros superficiales. En cierto momento Henrytustra se cuestionaba a sí mismo, sobre la existencia de una conversación profunda. ¿Cómo es una conversación de calidad entre los humanoides? Era realmente difícil saberlo, cada cual parecía aportar una pesada carga que al encontrarse con  otro humanoide quisiera descargar. Sin embargo disfrutaban del circo, de la algarabía, reaccionaban positivamente al placer inmediato. La especie se encontraba en las primeras etapas de su evolución psicológica,  el grupo tenía que superarse mucho. Cada personalidad tenía unos trazos,  unas características que se repetían y las cuales defendían a capa y espada. Las personalidades no se transformaban fácilmente; habían construido muros comparables a los de la fortaleza, detrás de los cuales se defendían.  ¿Por qué construir estos muros? Porque estas personalidades habían sido heridas y maltratadas en su infancia. El pequeño humanoide reaccionaba a sus primeras relaciones. En los por menores de esta relación se iban amasando las primeras emociones. La especie se había apropiado de una forma de respuesta agresiva. Cuando los padres observaban a un pequeño llevar a cabo un comportamiento inadecuado, la primera respuesta era el castigo físico. La corrección primaria la ejerce el humanoide a través de la violencia. Estos padres atacan a sus hijos, los cuales generan sentimientos de miedo extremo ante la situación de dolor. Estos infantes de humanoides integran una sociedad con la impresión que se ama cuando se sufre. Ellos aman a sus padres porque estos les dieron los cuidados primarios, pero les temen por los dolores infligidos. En esta especie la violencia genera violencia. Este trazo de personalidad marcaba fuertemente el desarrollo de la personalidad de muchos humanoides que durante toda su vida repetían estos comportamientos, llegando a la adultez portando mecanismos de defensa contra su sufrimiento y dolor. Henrytustra seguía observando a las personalidades.  Estas disfrutaban del vino y del buffet. Así hablaba Henry Mosquera.


0 Commentaires