Qué emociones pueden volver la gente mala o nociva?
Para responder esta pregunta vamos directo a la paleta de emociones. Sabemos que hay personas cuya panoplia de emociones es limitada. En ese caso, la persona no desarrolló ciertas emociones. Como dirían los abuelos, no se le puede pedir peras al olmo. Por otro lado, tenemos aquellos sujetos que tienen emociones negativas que arden dentro de ellos. Hoy les voy a hablar de la agresividad. Cómo todas las emociones, la agresividad tiene dos polos. Uno que se puede explotar positivamente, por ejemplo en los deportes o en el mundo de los negocios y otro, el lado oscuro y negativo que conduce a comportamientos violentos, muy común en los criminales. La agresividad es un sentimiento de base en el cual la persona utiliza la fuerza para apropiarse de su objeto. El bebe muerde el seno con agresividad para asegurarse que no se lo van a quitar. Desafortunadamente, en algunos sujetos la agresividad se va cristalizando a través de los años en comportamientos violentos donde la persona utiliza la fuerza para hacer daño a los demás. En estas personas la agresividad es una forma de responder a sus conflictos interpersonales. Piensa en aquel que cuando le hablas te responde con dos piedras en la mano, aquel que hurta pero al mismo tiempo lesiona, al que golpea a su esposa como una forma de arreglar su conflicto, inclusive al que te ataca con comentarios absurdos en las redes. Siempre observa tus niveles de agresividad, no seas participe de una escalada que no conduce a algo productivo. Transforma tu agresividad en progreso, este sentimiento es potente si lo sabes manejar. Pero también toma distancia de aquellas personas que tienden a agredirte, tu no eres saco de boxeo. Perdona si es necesario, pero no te quedes en ciclos agresivos.
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