La búsqueda del fantasma del poder intelectual en la personalidad Narcisista o, tú si eres bruto.
De un compartimento a otro, la personalidad Narcisista trataba de imponerse en cada paso a través de los pilares del poder social, el dinero, la belleza física, el poder intelectual y el amor ideal. Todo aquello que los humanoides buscaban de una u otra forma, lo que ellos alcanzaban de una u otra forma, la personalidad Narcisista tenía claro que debía usarlo para el sometimiento de los humanoides.
Entrando al siguiente compartimento, se encontraba en la entrada un diploma adornado de sellos de colores. De lejos este diploma parecía verdadero, de cerca se veía que era una copia. La personalidad Narcisista se encontraba sentada con las piernas entrecruzadas, con un aire de intelectual, portaba una pipa en una mano y una pluma en otra. Con un lenguaje muy aristocrático se dirigió a Henrytustra así:
-La inteligencia se mide por el coeficiente intelectual. Yo no he hecho todavía mi test de inteligencia, pero estoy seguro que estoy por encima de ti. Tengo una capacidad intelectual que me hubiera permitido hacer cualquier carrera universitaria. Tengo un don intelectual que me hace conocer todos los temas. Nunca he necesitado de libros, todo lo voy aprendiendo en la televisión o las redes sociales y así voy haciendo mis propias teorías. Te veo Henrytustra y no creo que tengas todo el conocimiento sobre el humanoide. En verdad todos los que tienen diplomas son unos fracasados, no hay que ir a la universidad para ser inteligente. Los más inteligentes no vamos a la universidad. Yo tengo conocimientos en medicina, en psicología, en derecho, en historia y en política, soy un rey. Tu, Henrytustra, dices saber del comportamiento humano, pero a mi lado, yo soy Freud y tu eres Skinner, sin ánimo de ofenderte.
Existe un deseo en la personalidad Narcisista de sobresalir por medio de la inteligencia. Estos sujetos buscan impresionar a los demás con un lenguaje rebuscado. Van a aprender algunas palabras de un lenguaje técnico en algunas áreas, las cuales utilizarán en reuniones sociales con el fin de colocarse a la altura de los profesionales en el dominio. Su conocimiento es superficial, raramente profundizan en un sector. Tienden a saber un poco de cada cosa, siendo realmente ignorantes de estos temas cuando se encuentran confrontados por los especialistas. Cuando son confrontados a las personas especializadas tienden a minimizar los diplomas o el aprendizaje por experiencia que los otros demuestran. Buscarán mil justificaciones para no sentirse inferiores. Dirán que la inteligencia no la hacen los estudios, que ellos también fueron a la universidad, pero la dejaron porque no era interesante, etc. Estos sujetos tienen respuesta para todo, opinan con propiedad y dan consejos que suelen ser nocivos, estando convencidos que lo que hacen es lo más apropiado. Opinan en redes sociales con gran propiedad, dicen saber de medicina, verbalizan diagnósticos de salud mental, hablan de la constitución del país sin conocerla y dicen tener la última palabra en los campos de la política. Pensar diferente o tener una opinión contaría puede generarles cólera y emociones negativas. Estas personas escuchan poco a sus interlocutores y es importante para ellos tener la última palabra. Además siempre piensan tener razón, llegando a presentar el síndrome de tener razón o de Hubris.
Henrytustra observaba cómo este humanoide hacía alarde de conocimientos en mil campos. Henrytustra había aprendido en su camino que aquel que dice saber mucho, no sabe casi nada. En cada palabra que pronunciaba esta personalidad Narcisista se observaba que se defendía de la humillación de encontrarse por debajo de su interlocutor. Era un círculo vicioso, se creía humillado y buscaba humillar antes de revivir esa desagradable emoción. Henrytustra evitando que el sujeto se enredada aún más en su ignorancia se pronunció así:
-Cuando una persona sabe poco tiene tendencia a creer que sabe mucho. Su universo de conocimientos es pequeño y por lo tanto puede darse el lujo de asegurar que lo sabe todo, pues lo que tiene frente a sus ojos es poco. El que tiene poco conocimiento puede darse ese lujo, pues ha recorrido poco. Aquel que abre su mente al conocimiento y recorre más camino hacia universos desconocidos descubre en cada paso que es más ignorante de lo que pensaba. Este humanoide más avanzado comprende su ignorancia y lo aceptará con humildad. Este dirá que no sabe nada. Toma un campo de interés, explóralo con interés, conéctate con ese campo. No lo hagas por impresionar a los demás, hazlo por la comprensión que ese conocimiento te puede dar de tu camino y de tu objetivo en la vida, no la de los otros, la tuya propia. Ah! Y escucha al sabio, sólo escúchalo, no hables, escucha. Así hablaba Henry Mosquera.
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