El pensamiento erosionado en la personalidad esquizo o a gato negro no le busque pelo blanco
Pobres humanoides de espíritu aquellos que, por motivos inherentes a su estructura de personalidad, se encuentran con bajos niveles de producción ideica. Son aquellos que van divagando por ahí, creyendo que con una idea forjada se han convertido en sabios. En la especie del humanoide, aquel que menos sabe es aquel que cree que es el más sabio. Son humanoides que se defienden del mundo con un solo concepto aprendido de memoria. Faltos de creatividad, de espontaneidad y de improvisación, sienten envidia de aquel generador de ideas. En la mayoría de las ocasiones, estos humanoides se vuelven fanáticos de algún estilo de vida. Por ahí se ven religiosos, fascistas, racistas, comunistas y demás.
En la soledad generada por el aislamiento social, los esquizos y Henrytustra se alimentaban de peces y frutas ofrecidas por la madre naturaleza; sin embargo, perdían peso porque no todos los días caza el tigre. En el río, esperando el paso de algún animal para alimentarse, la personalidad esquizoide rumiaba la ambivalencia entre la producción de ideas y la carencia de las mismas.
-Veo un loro que tiene un plumaje hermoso, lo veo vestido de verde decorado con colores tropicales. Es bello en su exterior, ya quisiera yo tener ese plumaje. Lo veo y me identifico con ese ser animal porque habla mucho, pero no tiene nada en la cabeza. En ocasiones me esfuerzo para generar ideas propias, pero me causa mucha dificultad, entonces me toca repetir y repetir lo que ya he dicho o lo que dicen los demás. Siento que mi mente es como un desierto árido donde no salen las flores o el pasto verde, faltan los árboles y los arbustos, así es mi mente, sin ideas. Sin embargo, para poder interactuar en el mundo, me aprendo una consigna; puede ser una religión o un partido político y para mí, esa idea es excelente y el que no esté de acuerdo con ello es un malvado.
Las personalidades esquizo luchan constantemente con su mundo imaginario. Aunque este fenómeno se presenta de forma diferente entre el esquizotípico y el esquizoide, el fondo es similar. Existe en estas personalidades una lucha por evitar la fuga de las ideas. Para ellos, su mente puede escasear en representaciones imaginarias, por lo cual van a acudir constantemente a la pesadez de lo real. Para ser más claro, la representación fundamental, y piramidalmente la consecuencia de representaciones, no logran desprenderse de lo real y, por lo tanto, no se integran adecuadamente al aparato psíquico. Piensen en un florero que está cuarteado y que no logra contener perfectamente su contenido. Hay que recordar que para que exista el concepto de lleno debe existir inicialmente el vacío. Las personalidades esquizoides luchan incansablemente por llenar ese vacío de representaciones, ¿con qué? Con lo real. Ellos van a identificarse rápidamente con animales o cosas. También toman parte rápidamente en partidos que ellos consideran perfectos, son los típicos fanáticos. Y aparece un mecanismo de clivaje, aquel que polariza, si yo soy bueno es porque tú eres malo. El referente externo que permite a muchos buscar argumentos para medianamente consolidar una identidad.
Esta idea me parece bien dividida entre dos polos opuestos, pensó Henrytustra. Es una forma arcaica y precaria de defenderse, partiendo el mundo entre el bien y el mal. ¿Acaso no es eso lo que se ha enseñado por los siglos de los siglos? Amén. ¿Acaso no es ese el sempiterno concepto del paraíso y del infierno? ¿Acaso no es eso la lucha de poderes y de clases entre el rico y el pobre, entre la derecha y la izquierda? El concepto no es invención mía, ya los psicoanalistas lo han identificado, es el célebre mecanismo del Clivaje. Con algunas ideas en mente, Henrytustra se pronunció así:
-Humanoide, las ideas emergen cuando te desprendes de lo real y generas una representación mental, sea cual sea. Es un proceso de resiliencia y de creatividad. Cada idea viene cargada con una impronta emocional. Se hace a medida que se explora el mundo. Con cada paso en el camino, se asimilan nuevas experiencias; nuevas ventanas se van abriendo cada vez que abrimos los ojos para poder verlas. Si te asomas por esa ventana, verás un mundo algunas veces maravilloso y otras veces desastroso. No te encasilles en una sola ventana, si te encasillas ahí, ahí te van a encasillar los otros. Una sola ventana no te da la perspectiva completa del universo. Pierde el miedo y abre mil ventanas. Nunca podrás abrirlas todas, pero al menos tendrás la sensación de haber recorrido un camino justo en la tierra. Así hablaba Henry Mosquera.
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