Tercera etapa de la patología complementaria, cuando se desmoronan las idealizaciones y se pasa a algo concreto, o lo tomas o lo dejas



El humanoide nunca termina de conocerse, y menos aún de conocer a la pareja. Se van descubriendo pequeños fragmentos de la personalidad que emergen cuando menos se espera. Algunos se evaden en las primeras etapas, simplemente porque viven en ideales que solo existen en sus cabezas, y cuando el principio de realidad comienza a azotar, prefieren evadirse: "Este humanoide no era lo que yo pensaba", se escucha en los bares. Además, si se encuentran atrapados en el Edipo, muchos quedan maravillados con la imagen de la madre o del padre, a quienes siguen buscando desesperadamente, aferrados a una idea de perfección que nadie logra satisfacer.


Aquella pareja se miraba y seguía gruñendo el uno al otro.


-Ni siquiera fuiste capaz de comprarme una casa. Siempre viviendo de alquiler, siempre dependiendo de nuestros padres. Nunca pudiste lanzarte a formar un nido propio, algo que fuera estimulante - señaló la dama.


-¿Para qué comprar una casa si eso significaba que me quedaría posiblemente toda la vida contigo? Hay gestos que no merecen explicación. Hay preguntas que se responden con el silencio - replicó aquel hombre.


Henrytustra no tenía una misión especial con esta pareja. Se presentaban tal y como eran y vivían lo que les tocaba vivir. En algunas ocasiones, la solución es la ruptura. No todo se soluciona recuperándose, se dijo. Sin embargo, su trascender por esta casa tenía un sentido que pensaba descubrir con la interacción. En ese momento, sus palabras sonaron así:


-Cuando las parejas avanzan, nunca se preguntan conscientemente hacia dónde van. Sencillamente atraviesan alegrías y dificultades. Cuando la pareja deja atrás el adornado mundo de la idealización y comienza a conocer la verdadera personalidad del otro, suenan las campanas de la victoria, y llega el momento de crear proyectos concretos. Ahí, se casan, conviven, compran una casa, muebles, tienen hijos y se unen con objetivos comunes. Sin embargo, tengan cuidado; existen parejas donde solo uno de los miembros tiene la capacidad de aterrizar la relación. En algunos casos, para uno de los miembros, el mundo de la responsabilidad es un peso pesado. En otros, la cercanía en una relación es una catástrofe nacional que remueve celos e inseguridades. Ahí también se encuentra la patología complementaria. La patología complementaria está presente en todas las etapas con diferentes matices. Se acepta o se deja; con celos o sin celos; con dependencia o sin dependencia; con iniciativa o sin iniciativa; con empuje o sin empuje; con sueños o sin sueños. Tómalo o déjalo, y si lo tomas, acéptalo y no vivas quejándote de tu miseria. Piensa bien tus elecciones de pareja, puedes vivir en el paraíso o en el infierno. Así hablaba Henry Mosquera.