El camino iba mostrando que cada vivencia va tomando sentido cuando se está listo para recibirla. Hay un camino que es lo real y otro que es la realidad. Henrytustra paseaba por el camino de su realidad a veces planeando y otras veces sin planear.  Por esas cosas de la vida, se encontró con otra forma de impulsividad. La falta de planeación.  Se dijo así mismo que no pensaba encontrarse tantas formas de impulsividad, sin embargo se acercó a escuchar su narración: <No tengo un norte y no tengo un sur; voy divagando por el mundo como un barco sin timón; no logro concentrarme en mis objetivos; vivo en el presente,  sin visualizar etapas de progreso; pienso que soy feliz sin planeación, pero nunca he logrado un objetivo de largo plazo>. 

La falta de planeación puede habitar sentimientos de pasión y en algunos momentos da un sentido y placer al momento, si se busca cambiar la monotonía.  Sin embargo, una casa se construye con planos, no puedes construir si no has consolidado tus cimientos.  Si quieres ser un PhD, debes comenzar por el primer semestre de universidad.  ¿Por qué la falta de planeación hace parte de la impulsividad ? Porque la persona actúa según lo que el día le ofrece, según lo que el clima le da o según la emoción del momento. Por ejemplo, hoy amanecí feliz,  voy a montar un negocio; hoy amanecí triste, mejor me cambio de ciudad, allá me irá mejor. Sin embargo, estos proyectos nunca son realistas ni llevados a cabo. Henrytustra observaba que esta forma de impulsividad generalemente iba acompañada de negación y dijo: no construyas tu casa en la arena o en el mar, busca cimientos sólidos sobre los cuales puedes seguir construyendo y transformando; recuerda que en el camino las caídas son recurrentes,  pero con buenos cimientos, será menos fuerte el impacto y la reconstrucción se convertirá casi en un placer.