La procrastinación o no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy




Henrytustra deseaba dejar su escrito para el día siguiente, no había encontrado el momento de pensar en lo esencial, pero al menos había pensado en lo prioritario. Del fondo de la cueva provenía una voz de un anciano que le gritó: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Cerca a él otra voz le decía: "no escuches al viejo,  acuéstate, relájate, mira la telenovela,  revisa las redes sociales, no te preocupes por nada, mañana será otro día, mañana podrás escribir tu nota. Conmigo tendrás todas las justificaciones del mundo para evitar tus responsabilidades, soy la procrastinación". 

La procrastinación invita al sujeto a dejar todo para un futuro próximo.  En algunos casos es una aliada de la pereza y en otros una dificultad en el manejo de las emociones.  Algunas personas tienen miedo de afrontar su realidad actual y van a posponer algo que conscientemente deben hacer. La procrastinación maneja mecanismos de defensa rígidos como la evitación o la justificación. La persona presa de la procrastinación tiende a buscar excusas para deshacerse de las personas que lo presionan de forma convincente con el fin de posponer sus actos. Piensen en aquella persona que debe salir a dejar una hoja de vida, pero no logra vencer sus miedos y aunque ya tiene las hojas de vida, prefiere sentarse a jugar. 


Henrytustra sencillamente repitió las palabras de aquel anciano: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Cada gesto que se pospone tiene un significado profundo. ese gesto puede cambiar tu vida y ayudarte a pasar al nivel superior. actívate hoy, no dejes la activación para mañana. Colócate el uniforme y ponte a jugar, de lo contrario otros jugarán en tu lugar".